Sentencia 1834 de 1988

300Corte SupremaCorte Suprema300300188511834Hernando G�mez Ot�lora198815/09/19881834_Hernando G�mez Ot�lora_1988_15/09/198830018851FACULTADES EXTRAORDINARIAS Resumen Fijaci�n de las escalas de remuneraci�n, nomenclatura r�gimen de comisiones , vi�ticos y gastos de representaci�n de los empleados de la Rama Ejecutiva. Exequibles los art�culos 4�, 5�, 6�, 9�, 10, 20 y 13 de la parte demandada Corte Suprema de Justicia Sala Plena Sentencia n�mero 97. Referencia: Expediente n�mero 1834 1988

Jorge Lucas Tolosa | Jairo Alcides TolosaDemanda de inconstitucionalidad contra los art�culos 4�, 5�, 6�, 9� 10, 13 y 20 del Decreto n�mero 127 de 1988. Por el cual se modifican las asignaciones del personal docente de la Universidad Pedag�gica Nacional y se dictan otras disposiciones en materia salarial.Identificadores30030018852true93271Versi�n original30018852Identificadores

Norma demandada: �Demanda de inconstitucionalidad contra los art�culos 4�, 5�, 6�, 9� 10, 13 y 20 del Decreto n�mero 127 de 1988. Por el cual se modifican las asignaciones del personal docente de la Universidad Pedag�gica Nacional y se dictan otras disposiciones en materia salarial.

Resumen Fijaci�n de las escalas de remuneraci�n, nomenclatura r�gimen de comisiones, vi�ticos y gastos de representaci�n de los empleados de la Rama Ejecutiva.

Exequibles los art�culos 4�, 5�, 6�, 9�, 10, 20 y 13 de la parte demandada

Demanda de inconstitucionalidad contra los art�culos 4�, 5�, 6�, 9� 10, 13 y 20 del Decreto n�mero 127 de 1988. Por el cual se modifican las asignaciones del personal docente de la UniversidadPedag�gica Nacional y se dictan otras disposiciones en materia salarial.

Bogot�, D. E., septiembre quince (15) de mil novecientos ochenta y ocho (1988).

Acuden a la Corte los ciudadanos Jorge Lucas Tolosa Ca�as y Jairo Alcides Tolosa Ca�as, en ejercicio del derecho consagrado en el art�culo 214 de la Constituci�n, para demandar que se declaren inexequibles los art�culos 4�, 5�, 6�, 9�, 10, 13 y 20 del Decreto n�mero 127 de 1988 "por el cual se modifican las asignaciones del personal docente de la Universidad Pedag�gica Nacional y se dictan otras disposiciones en materia salarial".

Agotados los tr�mites que exige el Decreto n�mero 0432 de 1969, procede la Corte a decidir.

El decreto cuyos art�culos se demanda, es del siguiente tenor: (se se�alan con * los art�culos acusados y en caso de demanda parcial se subraya la parte acusada).

Por el cual se modifican las asignaciones del personal docente de la Universidad Pedag�gica Nacional y se dictan otras disposiciones en materia salarial.

El Presidente de la Rep�blica de Colombia, en ejercicio de las facultades extraordinarias que le confiere la Ley 55 de 1987,

Art�culo 2� A partir del 1� de enero de 1988, establ�cese la remuneraci�n para los empleos del personal docente del nivel universitario de la Universidad Pedag�gica Nacional, seg�n categor�as del escalaf�n, as�:

Par�grafo 1�. En la escala a que se refiere el presente art�culo, la primera columna indica la nomenclatura; la segunda establece la equivalencia en unidades de ascenso para cada categor�a en el escalaf�n, que se obtiene as�: partiendo de la suma b�sica de $95.600 para todas las categor�as y que es la base de 214 unidades de ascenso, la remuneraci�n de las categor�as superiores ser� el resultado del producto entre las unidades de ascenso acreditadas por encima de 214 y el valor en dinero de cada unidad, y la tercera columna indica la remuneraci�n mensual seg�n la categor�a en el escalaf�n o su equivalencia.

Par�grafo 2�. A partir del 1� de enero de 1988 el valor de cada unidad de ascenso obtenida por encima de la base de 214 ser� de trescientos veinte pesos ($320.00).

Art�culo 3�. Sin perjuicio de las situaciones jur�dicas individuales consolidadas conforme a derecho, adem�s de la remuneraci�n mensual se�alada en el art�culo anterior para cada categor�a de empleos, seg�n el escalaf�n, podr� obtenerse remune�raci�n adicional dentro de cada categor�a, sin exceder el monto correspondiente a cada una de ellas, siempre y cuando el docente interesado cumpla con la totalidad de los siguientes requisitos:

a) Que el docente est� clasificado en una de las categor�as del escalaf�n de la carrera docente universitaria y pertenezca a esta;

b) Que obtenga los m�nimos de unidades exigidos a los factores: experiencia docente universitaria V producci�n intelectual, para la promoci�n a la categor�a superior, de acuerdo con lo establecido en el art�culo 5� del presente decreto, de las acreditadas para su clasificaci�n en categor�a de la carrera docente;

* Art�culo 4�. Para determinar la remuneraci�n indicada en los art�culos 2� y 3� de este decreto los factores de ascenso para la asignaci�n de unidades, son los siguientes:

1. Experiencia docente universitaria en la Universidad Pedag�gica Nacional o en otra instituci�n de educaci�n superior legalmente reconocida, hasta 36 unidades de ascenso por a�o.

2. Desempe�o administrativo en cargos del nivel directivo de la Universidad Pedag�gica Nacional para los cuales haya sido comisionado, hasta 36 unidades de ascenso por a�o.

3. Trayectoria profesional, que comprende la experiencia profesional adquirida con posterioridad a la obtenci�n del t�tulo de formaci�n universitaria y que est�n relacionados con la activad del docente, hasta 18 unidades de ascenso por a�o.

Para que la trayectoria profesional sea considerada para efecto de asignaci�n de unidades de ascenso, la experiencia profesional deber� ser mayor de dos 2 a�os y la actividad desarrollada en el ejercicio de la profesi�n debe estar relacionada con la actividad de docente que desempe�a en la Universidad.

M�s de un t�tulo de formaci�n universitaria o de formaci�n avanzada diferente al t�tulo b�sico requerido para ser docente universitario se contabilizaran doce unidades de ascenso por cada uno del primero mencionado y la totalidad de los ya establecidos para los segundos indicados, salvo que el nuevo t�tulo de formaci�n avanzada se haya obtenido con base en otro ya utilizado.

Para asignaci�n de unidades de ascenso, en cuyo caso se contabilizaran �nicamente las que falten para completar el n�mero correspondiente al nuevo titulo.

5. Producci�n intelectual, que comprende: investigaciones, obras art�sticas y t�cnicas, material docente, libros y ensayos, diferentes a tesis o trabajos requeridos para la obtenci�n del t�tulo o para satisfacer requisitos de otros aspectos mencionados en el presente art�culo, hasta 80 unidades de ascenso.

En los trabajos de producci�n intelectual realizados por m�s de un docente las unidades de ascenso se asignar�n proporcionalmente al n�mero de participantes.

6.a) Estudios no conducentes a t�tulo hasta 36 unidades de ascenso seg�n estos requisitos: que est�n relacionados con la actividad universitaria de docencia, investigaci�n, y extensi�n. Que hayan sido hechos en la modalidad de formaci�n avanzada o de posgrado. Que hayan sido realizados en una instituci�n de educaci�n superior autorizada para ofrecer programas en dicha modalidad, y que la calificaci�n obtenida corresponda al menos a la m�nima o la necesaria para su aprobaci�n;

b) Cursos de capacitaci�n, actualizaci�n y perfeccionamiento hasta 18 unidades de ascenso. Tales cursos deber�n ser adelantados en una Instituci�n de Educaci�n Superior reconocida legalmente. La asignaci�n de unidades de ascenso por estos cursos se har� con base en la calificaci�n obtenida, en el n�mero de cr�ditos aprobados y su relevancia con la actividad que realiza el docente en la Universidad.

Otras actividades distintas de las anteriores pero relacionadas con el cumpli�miento de los objetivos y funciones espec�ficas de la Universidad, hasta 18 unidades de ascenso.

Par�grafo 1�. En ning�n caso se reconocer�n unidades de ascenso por m�s de un tiempo completo ni por producci�n intelectual que haya sido evaluada o con superposici�n de los factores de ascenso, indicados en el art�culo 4o del presente decreto.

Par�grafo 2�. Los certificados de estudio, diplomas y t�tulos otorgados por las entidades docentes, requerir�n para su validez de los registros y autenticaciones que determinen las normas vigentes sobre la materia.

Para las carreras cuyo ejercicio est� reglamentado o sujeto a requisitos espec�fi�cos, se deber� adem�s, acreditar las autorizaciones legales para el ejercicio correspondiente.

Los t�tulos y certificados obtenidos en el exterior se someter�n a los requisitos que sobre registros, autenticaciones y equivalencias con los t�tulos expedidos en el pa�s determinan el Ministerio de Educaci�n Nacional y el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educaci�n Superior,

* Art�culo 5o Sin perjuicio de lo dispuesto en el art�culo anterior, para poder devengar la remuneraci�n correspondiente a una categor�a superior, ser� necesario que se hayan acreditado los factores y cantidades de unidades de ascenso m�nimos que a continuaci�n se indican:

a) Para la categor�a de profesor asistente, haber acumulado por lo menos 15 unidades por el factor producci�n intelectual y un n�mero igual o superior a 50 unidades por el factor experiencia docente universitaria;

b) Para la categor�a de profesor asociado, haber acumulado un m�nimo de 30 unidades por el factor producci�n intelectual y un n�mero igual o superior a 48 unidades por el factor experiencia docente universitaria;

c) Para la categor�a de profesor titular, haber acumulado un m�nimo de 56 unidades de ascenso por el factor producci�n intelectual, de las cuales 50 deben corresponder a investigaci�n, y un n�mero igual o superior a 48 unidades por el factor experiencia docente universitaria. La investigaci�n debe ser un trabajo cient�fi�co obligatorio para el ascenso y que debe ser sustentado ante la comunidad universita�ria despu�s de ser aprobado por un jurado nombrado para tal efecto por el Consejo dela facultad. Adem�s, para la acreditaci�n de unidades en esta categor�a, el 60% de las solicitadas debe corresponder al factor producci�n intelectual y de �stas, el 50% a trabajos de investigaci�n.

* Art�culo 6o A partir del 1� de enero de 1988, los docentes de tiempo completo y de tiempo parcial escalafonados en las categor�as transitorias de auxiliar I, asistente I asociado I y titular I, de que trata el art�culo 39 del Acuerdo n�mero 65 de 1982, vinculados a la Universidad Pedag�gica Nacional antes del 23 de febrero de 1984, tendr�n mientras permanezcan en tales categor�as, la siguiente asignaci�n mensual:

Par�grafo. Los docentes de que trata el presente art�culo podr�n obtener unida�des de ascenso dentro de cada categor�a y hasta el l�mite de �stas, para efectos salariales, siguiendo el procedimiento fijado para las categor�as definitivas, en cuanto a sobrerremuneraci�n. En este caso la unidad de ascenso tendr� un valor de ciento veintitr�s pesos ($123.00).

* Art�culo 9�. Los docentes de que tratan los art�culos 6� y 7� del presente decreto, podr�n ser remunerados en las cuant�as indicadas en el art�culo segundo del presente decreto si solicitan su ingreso a las categor�as definitivas del escalaf�n de la carrera universitaria docente, previa evaluaci�n y revisi�n de la totalidad de su hoja de vida.

* Art�culo 10. La presentaci�n de solicitudes y documentaci�n para la promo�ci�n o estudio de factores para la acumulaci�n de unidades de ascenso dentro de cada categor�a, ser� hasta el 15 de agosto de cada a�o. A partir de esta fecha se har�n las evaluaciones del caso por la Universidad para efectos de fijar las remuneraciones de la categor�a a la cual se hace promoci�n o de la asignaci�n por m�ritos dentro de cada categor�a. Los efectos fiscales se har�n efectivos a partir del 1� de enero del a�o siguiente, previo el acto administrativo correspondiente.

Par�grafo. La Contralor�a General de la Rep�blica vigilar� que las remuneracio�nes o sobrerremuneraciones se ci�an a las normas contenidas en este decreto. El funcionario de la Universidad Pedag�gica Nacional que ordene el pago de remunera�ciones sin respaldo legal se har� acreedor a las sanciones administrativas, penales y civiles previstas en la Ley.

* Art�culo 13. La remuneraci�n para quienes obtengan un primer nombra�miento como resultado del concurso previsto del Capitulo IV del Acuerdo n�mero 65 de 1982 expedido por el Consejo Superior de la Universidad Pedag�gica Nacional y aprobado por el Decreto del Gobierno Nacional n�mero 2331 de 1982, se determina�r� con aplicaci�n del sistema de unidades de ascenso y con la remuneraci�n prevista en el art�culo 2� del presente decreto, como si fuera a obtener categor�a, pero sin que por este hecho puedan ser considerados inscritos en la carrera docente del nivel universitario.

* Art�culo 20. Ninguna autoridad de la Universidad Pedag�gica Nacional podr� ordenar un nombramiento docente de tiempo completo en favor de personas que est�n percibiendo remuneraciones por el desempe�o de otro cargo de iguales caracte�r�sticas. Para la posesi�n deber� entregarse declaraci�n jurada ante juez o notario de no estar vinculado de tiempo completo en otra entidad oficial�.

Alegan los demandantes que las normas acusadas desconocen los preceptos contenidos en los art�culos 17, 30 y 76 de la Constituci�n Nacional.

En cuanto al art�culo 30 (subraya la Corte) se�alan que los art�culos demanda�dos violan el principio constitucional de los derechos legalmente adquiridos en virtud de "la introducci�n de unas subcategor�as consagradas en el art�culo 6a, subcategor�as que justamente desaparecieron con el art�culo 4� del Decreto n�mero 2195 de 1987". En lo referente al art�culo 76 de la Constituci�n (subraya la Corte), lo estiman vulnerado porque, en su criterio, las normas acusadas excedieron las facultades extraordinarias conferidas al Ejecutivo por la Ley 55 de 1987, pues dichas disposicio�nes regulan aspectos de car�cter administrativo docente no contemplados en la norma de habilitaci�n legislativa.

Mediante oficio n�mero PA-1350 del 18 de julio de 1988, el se�or Procurador General emiti� el concepto de rigor concluyendo:

a) Que son inexequibles los art�culos 4�, 5�, 10 y 20 acusados, por violaci�n del art�culo 118-8 de la Constituci�n con base en la siguiente argumentaci�n:

Se consagr� en el art�culo 4�, que para fijar la remuneraci�n indicada en las disposiciones 2 y 3 del Decreto 127 de 1988, los factores de ascenso ser�an los que all� se enumeran y tales factores obviamente no forman parte como atr�s se estableci�, ni aluden al sistema salarial, compuesto por la remuneraci�n y la nomenclatura; lo que resulta entendible es, que dichos factores de ascenso al modificar el Escalaf�n modifique la remuneraci�n, pero es que para variar el escalaf�n no estaba autorizado el Presidente. Lo anterior se evidencia a�n m�s en lo dispuesto en los par�grafos 1� y 2� de la norma en comento, cuando se�alan que en ning�n caso se reconocer�n unidades de ascenso por m�s de un tiempo completo, o que los certificados de estudios, diplomas, etc., expedidos por las entidades docentes requerir�n para su validez de los registros y autenticaciones que determinan las normas vigentes sobre la materia. Las consideraciones de que hubo exceso en las facultades otorgadas, pueden hacerse extensibles, con fundamento en iguales argumentos, a lo dispuesto por los art�culos 5�, que se�ala otros factores de ascenso; el 10, que determina requisitos y fechas para el ascenso en el escalaf�n, as� sea para con base en esta promoci�n, fijar el monto de las asignaciones y el 20, que consagra medidas de orden administrativo para el nombramiento de docentes;

Por otra parte vale la pena destacar, que el par�grafo del art�culo 10, excede las atribuciones otorgadas al se�alar una facultad a la Contratar�a, para lo cual no estaba autorizado el Ejecutivo.

Que los art�culos 6�, 9� y 13 (en la parte acusada) son constitucionales en cuanto se refiere a facultades extraordinarias "ya que ellos hacen referencia �nica y exclusivamente a la remuneraci�n, para lo cual ten�a plena facultad el Presidente de la Rep�blica.

La Corte Suprema de Justicia es competente para conocer de esta demanda, pues las disposiciones acusadas forman parte de un decreto expedido por el Presidente de la Rep�blica en desarrollo de facultades extraordinarias (art. 76, ord. 12 C.N.).

Dichas facultades est�n contenidas en el art�culo 1� de la Ley 55 de 1987, que dispone:

"Art�culo 1�. De conformidad con el ordinal 12 del art�culo 76 de la Constituci�n Pol�tica, rev�stese al Presidente de la Rep�blica de facultades extraordinarias por el t�rmino de treinta (30) d�as calendario, contados a partir de la vigencia de esta Ley, para los siguientes efectos:

1. Fijar las escalas de remuneraci�n, la nomenclatura y el r�gimen de comisio�nes vi�ticos y gastos de representaci�n correspondientes a las distintas categor�as de empleos de:

a) La Rama Ejecutiva del Poder P�blico en el orden nacional, incluidas las unidades administrativas especiales...".

"En ejercicio de esas facultades y dentro del t�rmino se�alado para ejercerlas, el Gobierno dict� el Decreto n�mero 127 de 1988 por el cual se modifican las asignaciones del personal docente de la Universidad Pedag�gica Nacional, estableci�miento p�blico vinculado al Ministerio de Educaci�n".

Para decidir, la Corte empezar� por precisar el alcance de las facultades extraordinarias. Entiende que el concepto de escala de remuneraci�n, a que se refiere el art�culo 1� de la Ley 55 de 1987, comprende no solamente las normas sobre denominaciones de los cargos, puntajes requeridos y remuneraciones asignadas, de todo lo cual trata el art�culo 2� del Decreto n�mero 127 de 1988, sino tambi�n las que se�alan las condiciones para ascender dentro del escalaf�n como las contenidas en los art�culos 4� y 10 y las que complementan a unas y otras en aspectos sustanciales, como las establecidas en los art�culos 5�, 6o, 9o, 13 (en la parte acusada) y 20. En el presente caso, las normas demandadas que complementan en aspectos sustanciales las disposi�ciones sobre escalas de remuneraci�n y nomenclatura de cargos deben considerarse como integrantes o constitutivas de estas �ltimas. As�, ninguno de los art�culos mencionados, 4�, 5�, 6�, 9�, 10, 20, 13 (en la parte acusada) exceden la ley de facultades y resultan, por consiguiente, conformes con la Constituci�n por este respecto. Por esas mismas razones, tampoco pueden considerarse como "facultades impl�citas", que esta Corporaci�n ha rechazado frecuentemente como contrarias a la "precisi�n" que demanda el art�culo 76, ordinal 12 de la Carta (ver sentencias de mayo 8 de 1969 y enero 27 de 1977).

Aunque lo dicho en el p�rrafo anterior parece suficiente para despejar las dudas del se�or Procurador, conviene complementarlo y aplicarlo as�:

a) El llamado "escalaf�n" corresponde a una escala de categor�as y remuneracio�nes, con los requisitos para ubicarse en cada una de ellas y pasar de una a otra, previo el lleno y prueba de ciertos requisitos, que es precisamente lo que hace el Decreto n�mero 127 de 1988, cuyas normas acusadas son esenciales para ello;

b) La proscripci�n de "facultades impl�citas" que ha sostenido la Corte en otros casos, de caracter�sticas distintas al presente, no puede llevarse al extremo de que cada una de las normas que expida el legislador extraordinario haya sido expresamente prevista en la ley de facultades, pues en tai caso el Decreto-ley, vendr�a a ser una simple copia de la ley de facultades, haci�ndolas in�tiles. De esa jurisprudencia es preciso exceptuar las normas accesorias que hagan posible la aplicaci�n de las principales, expresamente previstas en la ley habilitante; es decir, aquellas que guarden con �stas una necesaria relaci�n de medio a fin, tales como las acusadas en este proceso, que hacen posible aplicar las escalas de remuneraci�n, se�alando los requisitos de cada una de las categor�as en ella previstas y la forma de acreditar unos y otros; as� como el tr�nsito del antiguo escalaf�n provisional y poco t�cnico, al nuevo, permanente y m�s t�cnico, medida prudente para el ordenado tr�nsito de la antigua a la nueva legislaci�n, normas a todas luces prudentes;

Considera el se�or Procurador "que el par�grafo del art�culo 10, excede las atribuciones otorgadas al se�alar una facultad a la Contralor�a para lo cual no est�, autorizado el Ejecutivo".

Dicho par�grafo dispone que el alto funcionario "vigilar� que las remuneracio�nes o sobrerremuneraciones se ci�an a las normas contenidas en este decreto". Esta es una funci�n natural del Contralor, a quien corresponde "la vigilancia de la gesti�n fiscal de la administraci�n" conforme al art�culo 59 de la Carta. El par�grafo objetado se limit� a reiterarla, para un caso concreto, cosa que pod�a hacer conforme al art�culo 60 de la misma Carta, que al enumerar las atribuciones del Contralor General de la Rep�blica incluye:

"6a) Las dem�s que se�ale la ley". As� pues, antes que violar la Constituci�n Nacional el par�grafo en comento no hizo otra cosa que reiterar y desarrollar normas en ella contenidas.

6. Cumplimiento de los criterios del art�culo 3� para el ejercicio de las facultades extraordinarias.

a) En cuanto a la disponibilidad de los recursos fiscales de la Naci�n, el indicador m�s confiable es el nivel del cr�dito interno neto del Gobierno Nacional en el Banco de la Rep�blica y sus variaciones. Pues bien, en enero de 1988 el nivel de dicho cr�dito era de $261.548.000.000, cifra superior a la del a�o anterior en 17,9% (c�lculo basado en cifras de cr�dito interno neto del Banco de la Rep�blica al Gobierno Nacional, contenidas en su revista de mayo de 1988, cuadro 1.1.3). Dicho porcentaje es inferior a la variaci�n del �ndice nacional de precios "al consumidor", que fue del 23.8% (c�lculo basado en la revista del Banco de la Rep�blica de abril de 1988 cuadro 8.2.1). As�, en t�rminos reales, hubo un descenso en dicho cr�dito;

b) Como puede observarse en el cuadro n�mero 1, especialmente en su �ltima columna el Presidente, al expedir el decreto acusado, cumpli� con la condici�n que le impuso la ley habilitante en el art�culo 3o, de que procurar� "garantizar el poder adquisitivo de los ingresos para lo cual tendr� en cuenta la variaci�n del �ndice de precios", ya que la remuneraci�n, en t�rminos reales, de las distintas categor�as aument� (+).

Siendo ello as� y mostrando los indicadores la disponibilidad de recursos fiscales, seg�n lo expuesto en la letra a) del numeral 6, cumpliose as� tambi�n la limitaci�n de la Ley 55 de 1987 conforme a la cual al se�alar las nuevas remuneraciones deber� actuarse dentro de "la disponibilidad de recursos fiscales de la Naci�n" (art�culo 3�). Adem�s, no hall�ndose violaciones de otro g�nero a la Carta, es del caso declarar la exequibilidad del Decreto sub examine.

a) Corresponde a la nominal, deflactada por el �ndice nacional de precios al consumidor "empleados". El �ndice de precios para deflactar la remuneraci�n antigua (547.3) se tom� de la Revista del Banco de la Rep�blica (abril de 1988, cuadro 8.2.1) para calcular el de febrero de 1988 se increment� aqu�l conforme a la siguiente observaci�n de Fedesarrollo, en "Coyuntura Econ�mica" (marzo de 1988): "El ritmo de inflaci�n anual en febrero pasado se hab�a elevado as� a 26.1% (p�g. 67) dando por resultado la cifra de 690.1, que se utiliz� para deflactar las anteriores remuneraciones; para las nuevas se utiliz� como deflactor el �ndice de precios de enero de 1988 (663.6) tomado de la Revista del Banco de la Rep�blica (abril de 1988, cuadro 8.2.1);

b) Para calcular la remuneraci�n nominal anterior al decreto acusado se tom� como base la se�alada en el Decreto n�mero 0194 de 1987, citado en el art�culo 1� del Decreto n�mero 127 de 1988 (sub examine), incrementada en 20% conforme a lo dispuesto en el mismo art�culo;

Con fundamento en las consideraciones expuestas, la Corte Suprema de Justicia -Sala Plena-, previo estudio de la Sala Constitucional y o�do el concepto del Procurador General de la Naci�n,

Declarar EXEQUIBLES los art�culos 4�, 5�, 6�, 9�, 10, 20 y 13, en la parte que reza: "como s� fueran a obtener categor�a, pero sin que por este hecho puedan ser considerados inscritos en la carrera docente del nivel universitario" del Decreto n�mero 127 de 1988, en cuanto no exceden las facultades extraordinarias de la Ley 55 de 1987.

C�piese, publ�quese, comun�quese al Gobierno Nacional, ins�rtese en la Gace�ta Judicial y arch�vese el expediente.

Jos� Alejandro Bonivento Fern�ndez (presidente), Hern�n Guillermo Aldana Duque, con salvamento de voto; Rafael Baquero Herrera, Jorge Carre�o Luengas, Guillermo D�vila Mu�oz, Manuel Enrique Daza Alvarez, Jairo E. Duque P�rez, Guillermo Duque Ruiz, Eduardo Garc�a Sarmiento, Hernando G�mez Ot�lora, Gustavo G�mez Vel�squez, Pedro Lafont Pianetta, Rodolfo Mantilla J�come, H�ctor Mar�n Naranjo, Lisandro Mart�nez Z��iga, Fabio Mor�n D�az, Alberto Ospina Botero, D�dimo P�ez Velandia, (con aclaraci�n de voto); Jorge Iv�n Palacio Palacio, Jacobo P�rez Escobar, Rafael Romero Sierra, Edgar Saavedra Rojas, Ram�n Z��iga Valverde.

Con mi habitual consideraci�n para con la mayor�a de la Sala, manifiesto mi discrepancia parcial con la parte resolutiva del fallo, pues estimo que los art�culos 10, 13 en la parte final subrayada, y 20 del Decreto n�mero 127 de 1988, han debido caer en concepto de ser inexequible.

En efecto, el numeral 1 del art�culo 1o de la ley habilitante confiri� facultades para fijar las escalas de remuneraci�n, la nomenclatura y el r�gimen de comisiones, vi�ticos y gastos de representaci�n de los empleados de la Rama Ejecutiva.

No existe, a juicio del suscrito, relaci�n directa e inmediata entre esas facultades y lo dispuesto en el art�culo 10 del Decreto n�mero 127 de 1988, el cual regula aspectos referentes al manejo de la pol�tica de personal docente en lo atinente a ascensos de catetor�a,<sic> cuestiones propias de otros estatutos org�nicos.

La disposici�n contenida en el par�grafo de este art�culo fuera de ser propia de los ordenamientos de la estructura y formas de acci�n de la Contralor�a General de la Rep�blica, no tienen incidencia directa con la fijaci�n de las remuneraciones a que autoriza la ley.

Por semejantes motivos no encajan dentro de las facultades otorgadas al Ejecuti�vo las disposiciones subrayadas del art�culo 13 del Decreto acusado, que se refiere a la consecuencia o falta de consecuencia de la hip�tesis de su primera parte en cuanto se refiere a la inscripci�n en la carrera profesional, de los docentes aludidos en esa Radicaci�n n�mero 1834.

En fin, es extra�a completamente a la ley de autorizaciones la previsi�n del art�culo 20 del Decreto acusado, pues no tiene atinencia con la fijaci�n de la escala de remuneraciones.

Por lo expuesto, en estos aspectos me aparto respetuosamente de la decisi�n mayoritaria.

Con m� habitual respeto me permito consignar los motivos determinantes de la aclaraci�n de voto en el presente caso:

1. Los actores han planteado la inconstitucionalidad de las normas demandadas por considerarlas violatorias de los art�culos 17, 30 y 76 de la Carta, expresando solamente las razones de la violaci�n respecto de los art�culos 30 y 76.

2. La Corte �nicamente se ha ocupado en responder los argumentos relaciona�dos con la �ltima de las normas citadas (art. 76) agregando en la parte motiva (hoja 10): "adem�s, no hall�ndose violaciones de otro g�nero a la Carta, es del caso declarar la exequibilidad del Decreto sub examine", para concluir juzgando constitucionales los art�culos demandados "por no haber excedido las facultades extraordinarias de la Ley 55 de 1987", quedando en desarmon�a evidente la motivaci�n con la resoluci�n.

Ha debido, en mi concepto, darse respuesta a las razones aducidas frente al art�culo 30 se�alado y decidirse la constitucionalidad de las normas impugnadas por dicho aspecto; as� mismo, ha debido proferirse fallo inhibitorio por ineptitud formal de la demanda con relaci�n al art�culo 17, pues ning�n fundamento de violaci�n se�alaron los actores sobre el particular.

Como la decisi�n final ha sido la constitucionalidad por la no extralimitaci�n de facultades que el Congreso otorg� al Gobierno, aspecto que comparto, obviamen�te mi voto es afirmativo con la aclaraci�n que acabo de precisar.